La osteoporosis es una enfermedad esquelética progresiva caracterizada por una pérdida de densidad mineral ósea (DMO) que resulta en huesos frágiles y debilitados, que son más propensos a romperse que aquellos sin la afección.
La mayoría de las personas reciben el diagnóstico después de un impacto físico en el cuerpo o una caída que provoca fracturas, que se producen generalmente en las caderas, muñecas o vértebras.

En algunos casos, incluso los estornudos o la tos pueden provoca la fractura de las costillas o el colapso parcial de una vértebra.