El Gobierno de México anunció que a partir de 2026 el impuesto especial a las bebidas azucaradas se duplicará, pasando de $1.64 a $3.08 por litro, con el objetivo de reducir su consumo en 7% y generar 41 mil millones de pesos destinados a la atención de enfermedades relacionadas con la obesidad y la diabetes.
El subsecretario de Salud, Eduardo Clark, explicó que esta medida busca disminuir el consumo de refrescos y aliviar la creciente carga de enfermedades asociadas al sobrepeso. “Hoy en México se destinan cerca de 180 mil millones de pesos a atender las consecuencias médicas de la obesidad, diabetes e hipertensión. A largo plazo, estos costos son insostenibles”, advirtió.
Destino de los recursos
El secretario de Salud, David Kershenobich, detalló que los ingresos del impuesto se invertirán en cuatro estrategias principales:
Prevención y promoción: campañas digitales y videojuegos educativos sobre hábitos saludables.
Modernización médica: incorporación de nuevas tecnologías para detección de glucosa y daño renal.
Tratamientos innovadores: acceso a medicamentos de última generación contra obesidad, diabetes e hipertensión.
Alta especialidad: ampliar la cobertura de diálisis y trasplantes renales.
El impuesto a refrescos se implementó en 2014 con una cuota de $1.00 por litro, subió a $1.50 en 2023, a $1.65 en 2025, y ahora se proyecta duplicarlo en 2026. El gobierno enfatizó que la medida no es solo recaudatoria, sino parte de una estrategia integral de salud pública frente al aumento de enfermedades crónicas en el país.