ATLACOMULCO, Edomex (proceso.com.mx).– Ciudadanos inconformes con el ataque a la escultura del presidente Andrés Manuel López Obrador la madrugada del 1 de enero colocaron mensajes condenando el hecho y advirtieron a los responsables que el pedestal vacío se convertirá a la postre en un “monumento a la corrupción”.
De hecho, los restos de la estatua, al igual como ocurrió cuando fue derribada, desaparecieron durante las primeras horas de este domingo y hasta el momento se desconoce su paradero, confirmaron vecinos.
Ahí mismo, pero en la parte trasera del pedestal, permanece un busto dorado de Emilio Zapata, que según narraron habitantes de la zona, fue trasladado al sitio para complementar una especie de “altar cívico” sobre un angosto pabellón en medio de la avenida principal del poblado, arreglado a propósito con el busto de Zapata y la estatua de AMLO que apenas duró unos días.
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