El juzgador determinó que hay elementos para iniciar un proceso penal contra los siete imputados, entre ellos 5 policías municipales
Este miércoles se dio a conocer que 7 personas fueron vinculadas a proceso en Coahuila debido a la muerte de un cachorro de oso negro el cual fue sometido una vez que había bajado a beber agua en las montañas cercanas a la ciudad de Castaños.
Se trata de cinco policías municipales y dos civiles quienes fueron identificados como implicados en los hechos que derivaron en la muerte del oso en agosto pasado y cuyos actos quedaron registrados en diversos videos que fueron compartidos en redes sociales, en donde se volvieron virales.
El juzgador determinó que existen elementos suficientes para iniciar un proceso penal contra los siete imputados; los ciudadanos enfrentan cargos por crueldad animal, mientras que los agentes están acusados de encubrimiento y omisión de su deber.
No imponen medidas cautelares contra los procesados
Según lo dado a conocer, el juzgador no impuso medidas cautelares contra los procesados debido a que los delitos que se le imputan no ameritan prisión preventiva oficiosa.
Además se informó que se establecieron dos meses para el desarrollo de las investigaciones complementarias, tras lo cual dará inicio el juicio oral.
Fue en agosto pasado cuando en redes sociales se dieron a conocer algunos videos en donde se observa a los pobladores de la ciudad de Castaños, Coahuila, en el momento en que someten a un osezno, animal que según los informes posteriores había bajado a beber agua.
En las grabaciones, las cuales se viralizaron en internet, se ve cómo las personas sometieron al animal, y lo amarraron con unas cuerdas de sus patas, así como del hocico.
Debido a este proceder, el cachorro fue asfixiado hasta causarle la muerte; este acto, considerado de tortura, fue presenciado por varios policías municipales, a quienes se les acusa de complicidad en los hechos.
Profepa busca cárcel y multa económica para los responsables
En relación con los sucesos reportados en Coahuila sobre un ejemplar de vida silvestre, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó en agosto pasado que:
"Se encuentra trabajando en el ámbito de sus competencias, por lo que presentará una denuncia penal en contra de quien o quienes resulten responsables por los hechos que puedan ser constitutivos de delito contra la biodiversidad cometidos".
El organismo informó que buscaría, ante las autoridades locales y federales, cárcel y una multa económica a quienes resulten responsables por la tortura y muerte del oso.
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