Expertos en meteorología advierten que los pronósticos de huracanes se verán gravemente afectados por la inminente suspensión de datos clave provenientes de satélites del Departamento de Defensa de Estados Unidos, en lo que representa una nueva medida del gobierno del presidente Donald Trump con potenciales consecuencias para la precisión de los pronósticos climáticos.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) anunció que suspenderá la “incorporación, procesamiento y distribución” de datos obtenidos por tres satélites meteorológicos operados en conjunto con el Departamento de Defensa.
Estos datos son utilizados por científicos, investigadores y pronosticadores, entre ellos el Centro Nacional de Huracanes.
Hasta el momento, no está claro por qué el gobierno decidió suspender la transmisión de los datos de microondas del Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa a partir del lunes. El Departamento de Defensa remitió las preguntas a la Fuerza Aérea, que a su vez las trasladó a la Marina, la cual no ha emitido comentarios. La NOAA tampoco ha respondido a los mensajes enviados.
Los satélites meteorológicos tradicionales, ya sean visibles o infrarrojos, proporcionan imágenes que muestran la estructura, intensidad y temperatura de una tormenta, así como fenómenos como los relámpagos. Sin embargo, no logran captar los detalles tridimensionales de una tormenta.
En cambio, los datos de microondas ofrecen información crítica que no puede obtenerse con satélites convencionales, permitiendo observar debajo de la imagen superficial de un huracán o ciclón tropical y entender qué ocurre en su interior. Esto es especialmente útil durante la noche.
La decisión cobra aún más relevancia en plena temporada de huracanes, y en un contexto donde las tormentas menores se han vuelto más frecuentes, letales y costosas debido al cambio climático agravado por la quema de combustibles fósiles.
Las imágenes de microondas permiten a investigadores y pronosticadores observar el núcleo de la tormenta. Los expertos señalan que esto resulta clave para detectar una rápida intensificación de los fenómenos y trazar con mayor precisión su trayectoria potencial.
“Si un huracán, digamos, se acerca a la Costa del Golfo, está a un día de tocar tierra y es de noche”, explicó Marc Alessi, miembro científico de la Unión de Científicos Preocupados. “Ya no podremos decir, bien, esta tormenta definitivamente experimenta una rápida intensificación, necesitamos actualizar nuestros pronósticos para reflejar ese hecho”.
Aunque seguirán disponibles algunos datos de microondas, solo se conservará aproximadamente la mitad, según advirtió el especialista en huracanes Michael Lowry en una publicación de blog. Esto, señaló, incrementa considerablemente las probabilidades de que los pronosticadores no detecten la rápida intensificación de un huracán, subestimen su fuerza o se equivoquen en su localización.
Tal situación, afirmó, “impedirá y degradará severamente los pronósticos de huracanes para esta temporada y más allá, afectando a decenas de millones de estadounidenses que viven en sus costas propensas a huracanes”.
El investigador de huracanes de la Universidad de Miami, Brian McNoldy, calificó la suspensión como “una noticia alarmantemente mala” a través de la red social Bluesky.
“Los datos de microondas ya son relativamente escasos, por lo que cualquier pérdida, incluso gradual a medida que fallan los satélites o instrumentos, es un gran problema; pero terminar abruptamente con tres satélites activos y en funcionamiento es una locura”, expresó.
Durante el segundo mandato de Trump, la NOAA y su oficina del Servicio Meteorológico Nacional han enfrentado diversos recortes y cambios. El Departamento de Eficiencia Gubernamental ha desmantelado personal, oficinas locales de campo y financiamiento.
Ya se anticipaba que los pronósticos de huracanes serían menos precisos este año, debido también a la reducción en el lanzamiento de globos meteorológicos por falta de personal.
“Lo que sucedió esta semana es otro intento del gobierno de Trump de sabotear nuestra infraestructura meteorológica y climática”, concluyó Alessi.
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