Las moscas de la fruta son animales sociales que, al ser puestas en aislamiento, comen más y duermen muy poco, una situación que puede recordar a los desordenados horarios de sueño y el aumento de peso de algunas personas durante los confinamientos por la pandemia del Covid-19.
Un estudio dado a conocer este miércoles (18.08.2021) por la revista científica Nature y firmado por la Universidad Rockefeller señala que basta una semana de cuarentena en un tubo de ensayo para que empiecen a notarse los efectos del aislamiento en las moscas.
“Descubrimos que la soledad tiene consecuencias patológicas, relacionadas con cambios en un pequeño grupo de neuronas, y hemos empezado a entender qué hacen esas neuronas”, explicó uno de los autores del informe, Michael W. Young.
La mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), una especie que suele buscar comida y alimentarse en grupos, realiza complejos rituales de apareamiento e incluso se pueden provocar peleas entre ellas. En circunstancias normales duermen 16 horas diarias, repartidas entre una siesta al mediodía y un descanso nocturno completo.
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