TIJUANA, BC. (apro).- Los dos pequeños cuyos cadáveres fueron hallados entre matorrales de la zona rural de Rosarito son de origen estadounidense, y fue su padre quien les quitó la vida, informó el fiscal central de la entidad, Hiram Sánchez Zamora.
Los menores, de uno y tres años, según confirmación de las autoridades, presentaron excoriaciones en rostro, tórax y brazo. El niño mayor sufrió 17 lesiones y la pequeña 12, en el tórax. Ninguno tiene huellas de abuso sexual.
Los cuerpos de los pequeños fueron encontrados ayer. Un día antes, la madre, quien vive en California, reportó a las autoridades el secuestro de los infantes por parte del padre, quien no respondía al llamado telefónico de aquella.
El pasado sábado 7 el hombre cruzó la frontera por la localidad de San Ysidro, Estados Unidos, hacia Tijuana, y se hospedó en un hotel donde presentó su licencia de conducir como identificación, y con ello se pudo conocer el nombre, edad y lugar de residencia del presunto asesino.
La madrugada del lunes 9, según las autoridades bajacalifornianas, salió del hotel con sus hijos y en el rancho El Descanso abandonó a los niños con las lesiones antes descritas; regresó al hotel cerca de las 9:30. Antes, a las 7:30, lugareños descubrieron los cuerpos de los niños.
Al intentar regresar a Estados Unidos, el padre de los menores fue interceptado por las autoridades de ese país, que ya tenían el reporte de secuestro.
“Iba en su vehículo Mercedes Benz por la garita San Ysidro para cruzar a Estados Unidos y fue detenido por la CBP. Ya tenía una alerta por sustracción de menores”, relató el fiscal Hiram Sánchez.
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