El alcalde de Cajeme, Javier Lamarque Cano, ordenó “dar infierno” a la agente Nallela Quintero quien bajo un cuadro de estrés severo optó por el suicidio.
En conferencia de prensa en Ciudad Obregón, el teniente Ernesto Valenzuela denunció públicamente que el presidente municipal giró instrucciones a los mandos policíacos para hostigar, arrestar y cambiar de zona a la mujer policía con 15 años en servicio activo.
El teniente Valenzuela, quien cuenta con amparo luego de un proceso de despido injustificado, mostró la indignación generalizada de los policías contra las órdenes ilegales que dan en la Secretaría de Seguridad Pública y provenientes del presidente municipal de Cajeme.
Señaló que la oficial Nallela alzó la voz al alcalde en el evento del Día del Policía.
El 6 de enero, la mujer policía reclamó a Lamarque Cano por no cumplir su promesa de aumentar el sueldo a los agentes en Ciudad Obregón.
La respuesta de Lamarque Cano fue lapidaria.
“Dar infierno” a la agente Nallela Quintero con hostigamiento laboral, cambio de turno, de sector de comandancia, entre otras acciones de prepotencia y violencia laboral.
Además, le giraron una orden de arresto por no tomar fotos a los detenidos ya que esto constituye un acto violatorio de los Derechos Humanos y el Debido Proceso.
La oficial no cumplió esa orden ilegal por parte de los altos mandos.
Resaltó la honorabilidad, honestidad y entrega al servicio público de la oficial Quintero.
El teniente Valenzuela apuntó que ante la andanada de presiones y hostigamientos, la oficial presentó un cuadro de severo estrés.
El domingo, la agente acudió al hospital del Isssteson por dolor en el corazón y en la cabeza.
La recomendación médica fue la incapacidad; sin embargo, decidió continuar con su labor.
La oficial fue cambiada de sector y al segundo turno.
Alrededor de la una y media del lunes se presentó a trabajar y se dirigió al área de Barandilla donde decidió privarse de la vida de un disparo en la cabeza.
El teniente Ernesto Valenzuela asevera que por más de 2 meses, la oficial Nallela Quintero fue víctima de acoso, hostigamiento y persecución laboral por órdenes del alcalde Javier Lamarque Cano.
Denunció que todos los policías son víctimas de acoso y hostigamiento por parte de los mandos policíacos en Cajeme.
Por ello pidió a la CEDH Sonora, Fiscalía General de Justicia del Estado, colectivos feministas, a los medios de comunicación y a quien corresponda, investigar a fondo ya que la Policía Municipal de Ciudad Obregón está apunto de colapsar.
El teniente Valenzuela lamentó profundamente la muerte de la compañera, amiga, madre y mujer policía Nallela Quintero.
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