Las aves migratorias infectadas transportan el agresivo virus, amenazando a aves y mamíferos en cada rincón del planeta.
Era sólo cuestión de tiempo para que los virus altamente agresivos de la gripe aviar, como el H5N1, se extendieran por todo el mundo. A través de los animales salvajes, los patógenos llegan a zonas como Sudamérica, donde hasta ahora no se había registrado gripe aviar.
Esto provoca enormes muertes masivas, no sólo de aves sino también de mamíferos. Se han encontrado miles de focas, nutrias y leones marinos muertos en las costas del Pacífico de Chile y Perú.
Producción avícola problemática
Las cepas altamente contagiosas de los virus H5N1 y H5N8 se originaron probablemente en granjas avícolas del este de Asia, según el “Grupo de trabajo científico sobre la gripe aviar y las aves silvestres”, creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“La enorme expansión de la producción avícola en todo el mundo, pero especialmente en China y el sudeste asiático, provocó la drástica propagación del actual patógeno, especialmente agresivo”, afirma el profesor Timm Harder, del Friedrich-Loeffler-Institut (FLI) de Greifswald, que dirige el Laboratorio Nacional de Referencia para la Gripe Aviar.
Las aves migratorias transportan el virus
En el pasado, cuando se descubría la gripe aviar en las granjas avícolas, se mataban a miles y miles de animales. De este modo, los virus se erradicaban y no podían entrar en la población de aves silvestres.
Pero esto ha cambiado desde el verano de 2021, dice Timm Harder en entrevista con DW: “Debido a los métodos especiales de cría en Asia, por ejemplo, cuando los patos son conducidos a los campos de arroz cosechados, se producen contactos entre las poblaciones de aves silvestres y las aves infectadas de animales de granja. Esto ha llevado a la propagación del virus a los animales salvajes, que luego se propaga aún más con las aves migratorias”.
Básicamente, las poblaciones de aves silvestres que viven en el agua son el reservorio de virus de la gripe A de baja patogenicidad, “pero cuando estos virus inofensivos se mezclan con las variantes altamente patógenas del H5N1, el resultado son variantes muy peligrosas que pueden generar una gama ampliada de huéspedes o una nueva patogenicidad”, explica Harder.
La estacionalidad ya no existe
En el pasado, la gripe aviar aparecía en otoño e invierno. Llegaba con las aves migratorias del noreste y volvía a desaparecer cuando los animales regresaban en primavera.
Pero esta estacionalidad ya no existe: “Este virus ha conseguido adaptarse muy bien a las poblaciones de aves silvestres que viven en el agua y ahora se encuentra todo el año. Así ocurre ahora en Norteamérica, y seguirá desarrollándose también en Sudamérica”, afirma Harder.
Los mamíferos también corren peligro
Si los mamíferos comen aves silvestres infectadas o muertas, también pueden infectarse con el virus. “Cuando se produce una mortalidad tan masiva entre las aves marinas que se crían en colonias, esto atrae especialmente a los carnívoros, como zorros, martas o incluso focas y nutrias. Estos animales ingieren una dosis muy alta del virus, y este aprovecha para seguir reproduciéndose también en estos mamíferos”, explica Harder.
Hasta ahora, no hay pruebas claras de que el virus pueda transmitirse de mamífero a mamífero. En América Latina, sin embargo, muchas decenas de miles de leones marinos han muerto a causa del virus y se sospecha que allí puede haber habido transmisión de león marino a león marino. Si efectivamente el virus se ha adaptado, esto también supondría un gran peligro para los humanos. Hasta ahora, los humanos se han infectado en casos muy raros. “Eso podría cambiar pronto”, agrega Timm Harder.
Si en el futuro las infecciones de gripe aviar en humanos se hacen realmente más frecuentes, se necesitarán vacunas adecuadas. Para estar seguros, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya desarrolló vacunas candidatas adecuadas para el actual virus H5N1. En caso de necesidad, la producción de vacunas podría comenzar inmediatamente.
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