Adán Augusto López se ha dejado ver en público más veces de las que él mismo quisiera en este momento. El coordinador de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado ha abandonado las sombras en medio de la polémica por los vínculos con el narcotráfico de Hernán Bermúdez Requena, su jefe de Seguridad cuando gobernó Tabasco.
Dos días después de romper el silencio con su asistencia al Consejo Nacional de Morena, este miércoles se ha vuelto a ver en su papel de líder de la Cámara alta. Las grandes expectativas que rondaban a su aparición en el recinto legislativo se esfumaron después de que su bancada extendiera un manto protector sobre él y frenara el carro de la oposición, que buscaba, de manera estéril, debatir en la sesión de la Comisión Permanente el caso como parte de la agenda política del día.
En paralelo al blindaje sobre Adán Augusto, el Gobierno de Claudia Sheinbaum ha estrechado el cerco contra La Barredora, célula criminal que lidera Requena, conocido como El Comandante H y que se encuentra prófugo de la Justicia. El gabinete de Seguridad, en una acción conjunta, ha aprehendido a Ulises “N”, alias El Pinto, identificado como uno de los líderes del grupo criminal que ha ocasionado una ola de violencia en Tabasco.
Morena ha insistido en negar cualquier intento de protección a su polémico operador político en el Legislativo. Pero la bancada oficialista y sus aliados, PVEM y PT, han aplicado la ventaja que les da ser mayoría para disolver la propuesta de una oposición (PAN, PRI y MC) tibia que ha buscado, sin demasiadas ganas, y sin los votos, subir el tema en el debate político. Un par de legisladores panistas y un emecista han intentado, sin éxito, “meter [el tema] por la puerta de atrás”, ha dicho Gerardo Fernández Noroña, el presidente del Senado. El mismo que previo a la sesión sugirió que se pudieran modificar los temas de la agenda política para incluir a Adán Augusto, El Comandante H y La Barredora. Noroña incluso sostuvo que el senador tabasqueño encabezaría su propia defensa en el pleno. Una hora después, en medio de la sesión, López se acercó a la Mesa Directiva, intercambió algunas palabras con Noroña y fue ahí donde, dicen los propios legisladores oficialistas, se desmoronó cualquier posibilidad de someter a Adán Augusto al debate público.
Mientras se desarrollaba la sesión legislativa, el secretario de Seguridad de Sheinbaum anunciaba un golpe importante al grupo delincuencial de La Barredora. El arresto del Pinto significa un golpe a favor del Gobierno de Sheinbaum. El detenido ha sido identificado como el segundo del cartel, solo por debajo de Requena, el secretario de Seguridad que Adán Augusto puso en el cargo durante su mandato en Tabasco (2019-2021) y que continuó con su sucesor, Carlos Merino, hasta 2024. La dinamita que estalló una semana atrás ha marcado la agenda política de México en los últimos días.
El Pinto ha sido detenido en el aeropuerto de Guadalajara, Jalisco, en un operativo encabezado por la secretaría de Seguridad de García Harfuch. El grupo delincuencial y su líder, El Comandante H, comparten focos con Adán Augusto y su responsabilidad al respecto. Un puñado de besamanos desfilaron por el escaño del senador, desde que ingresó al salón de plenos y tomó asiento hasta que se retiró, por la puerta de atrás, evadiendo a la prensa. Apretones de manos, espaldarazos e intercambios de sonrisas hubo al por mayor. El senador ha salido triunfante de la sesión de este miércoles, sin rasguños visibles pero con una crisis en desarrollo, gestándose en las entrañas de Morena que amenaza con manchar su bandera de regeneración política.
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