Tres voluntarios cargaban este sábado, caminando lentamente por encima del lodo, los restos de un sofá que el océano arrastró hasta una de las principales costas de la Ciudad de Panamá, donde la basura se acumula por toneladas.
En una de las áreas más exclusivas de la capital panameña, Costa del Este, la basura desechada por el Océano Pacífico se amontona y este sábado decenas de voluntarios, entre ellos embajadores y diplomáticos de la Unión Europea, la recogen para sumarse al Día Mundial de la Limpieza y Mes de los Océanos.
Bajo el fuerte calor tropical y los característicos rascacielos de cristal de esta parte de la capital, alrededor de 250 voluntarios —entre adultos, adolescentes y niños— sacan casi tres toneladas de desechos, la mayoría plásticos, tela y madera, amontonándolas en bolsas de basura.
"Hay que concienciar desde pequeños. A mi hija le pregunté esta mañana si prefería piscina o limpiar la playa, y me dijo que quería salvar el planeta", relató a Efe Mariana García, una voluntaria de 35 años que acudió a la actividad junto a su familia.
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