Aseguró que tuvo una familia muy amorosa y comprensiva, pero que el principal problema fue que el mundo no está preparado para la gente más sensible del mundo
Camila Sodi, una de las más destacadas actrices mexicanas de su generación, dio a conocer en una reciente entrevista que durante gran parte de su vida ha tenido en secreto dos de los diagnósticos que cambiaron para siempre la forma en como afrontó las circunstancias que le tocaron.
De acuerdo con la conversación que tuvo con Isabel Lascuráin, desde temprana edad, Camila Sodi recibió un diagnóstico profesional de autismo y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), pero afortunadamente estuvo siempre en una familia que la arropó.
“Las virtudes son enormes cuando puedes estar en un ambiente donde te dejan estar, donde puedes estar cómodo”, fueron las palabras que dijo la actriz, quien aseguró que el principal problema no fue exactamente dentro de su núcleo familiar.
¿Qué enfermedad tiene Camila Sodi?
De acuerdo con Camila Sodi, las principales barreras que se le presentaron en la vida, fueron a través de la estructura social, misma que, experimentó, no cuenta con ninguna clase de estructuras ni espacios inclusivos para las personas que viven con esta clase de diagnósticos, pero tampoco para sus familias.
“El mundo debería estar diseñado por gente más sensible. El mundo no es un lugar donde te sientes seguro”, fue una de las principales reflexiones que lanzó durante la plática que ya ha inspirado a decenas de personas que se manifestaron en los comentarios.
¿Qué es el TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo crónico que se caracteriza principalmente por patrones persistentes de inatención o la hiperactividad-impulsividad que son más graves y frecuentes de lo que se observa típicamente en personas de un nivel de desarrollo comparable.
Estas dificultades comienzan en la niñez, persisten hasta la edad adulta en muchos casos, y deben interferir significativamente con el funcionamiento o el desarrollo en múltiples ámbitos de la vida, como el escolar, laboral o social. Se cree que está causado por una combinación de factores genéticos con anomalías en los neurotransmisores, afectando las funciones ejecutivas del cerebro.
El manejo efectivo suele ser multimodal, combinando terapia cognitivo-conductual para desarrollar habilidades de afrontamiento y organización, modificaciones en el entorno para brindar apoyo, y a menudo, medicación que ayuda a regular los niveles de neurotransmisores para mejorar el enfoque y reducir la impulsividad.
